miércoles, 8 de octubre de 2014

LA VIRGEN DE LA MERCED NO PROCESIONARÁ ESTE AÑO POR POSIBLE INFECCIÓN DE ÉBOLA


La derecha jerezana nunca vio con buenos ojos tener como patrona/matrono a una virgen con aspecto de provenir de un país subsahariano, les pone más aquello de la superioridad blanca, la estética aria; prueba de ello es que sus elegantes mujeres, en cuanto tienen uso de razón (o mejor dicho, “lo más pronto posible”, porque lo anterior apenas se cumple en rarísimos casos) tiñen sus melenas de vetas rubias. No se identifican con tanta melanina y lamentan no poder encomendarse a una virgen como la de Regla por ejemplo, más blanquita y más de aquí.
Así que, aprovechando la alarma sanitaria creada por el ébola, el gobierno municipal ha decidido dejar en cuarentena a la Virgen de la Merced en su hornacina bajo sospecha de haber contraído esta enfermedad que parece estigmatizar a cualquiera que presente un perfil africano. Con esta iniciativa piensan librarse en última instancia de la incomodidad de desfilar delante de un personaje negro pues se sienten más cómodos corriendo detrás de ellos. Como medidas de refuerzo han solicitado en préstamo al alcalde de Almonte la verja de la Virgen del Rocío a la que se le añadirá concertinas que asegurarán el confinamiento de la imagen.
Sin embargo, tan drástica decisión no parece satisfacer a la totalidad de los concejales, un representativo grupo de ellos la califican de insuficiente y abogan por deportar la imagen en solemne procesión hasta el puerto de Algeciras con destino Melilla con la colaboración especial de la Hermandad del Carmen, que ha cedido su barca para tal fin. La figura del niño, que presenta un moreno mucho menos acentuado, sería dada en custodia a una escultura de San Cristóbal, que la portará a hombros a como si se tratase del Paula en una de sus tardes de gloria. Por otra parte, la banda de cornetas y tambores de San Francisco de Siempre Asís ha comenzado a ensayar en los aparcamientos de Luz Shopping la marcha procesional “Ebola Gay”, compuesta para la ocasión.
Frente la radicalidad de las posturas de nuestros gobernantes se sitúa el párroco de la iglesia –que le ha cogido más apego a la talla que una adolescente a la 34– proponiendo una salida conciliadora del conflicto mediante una arriesgada intervención estética: que Cecilia Giménez, famosa restauradora del Ecce-Homo de Borja, se encargue de blanquear la oscura tez de la Virgen, alegando que, en el peor de los casos, estaría garantizado un efecto mediático que beneficiará al turismo de la ciudad.
Suspendida por tanto la procesión de este año queda también en el aire la obligación de los jerezanos de retirar de la Tintorería Pina el traje azul que quedó lleno de albero y oloroso la feria anterior y la tortura de las jerezanas de sufrir los taconazos de Mari Paz y las torceduras de tobillo resultantes de perder el equilibrio con ellos sobre los adoquines.
Sr. Lunes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario