El pasado Sábado se celebró en los juzgados de Tomás García Figueras el enlace civil entre Joselito López y Ana García, primogénitos respectivos de las conocidas familias Jerezanas López y García. La ceremonia fue sobria y elegante, acompañados únicamente por sus padres y el hermano de Ana, escucharon las palabras del funcionario y firmaron los documentos que los convertían en unos emocionados marido y mujer.
Los novios iban ambos vestidos de RuyFe, ella con un clásico vestido nupcial pero en color marfil y con escote palabra de honor compitiendo en protagonismo con un enorme lazo en la espalda. Él, mucho más discreto , optó por un traje de color gris marengo, con 3 botones y chaleco de un tono un poco más claro. La corbata era verde esmeralda ribeteado con caballitos de color azul. La felicidad brotaba del apretado cuello de su camisa.
Tras realizar la sesión de fotos en el parque de la Unión con el precioso fondo del pub Diana, los novios se trasladaron en el Ibiza de Joselito hasta el Buffet El Quitagolpe, donde ya les esperaban el resto de invitados, incluida la prima de Villaviciosa de Odón.
A su llegada fueron recibidos con una copa de mosto (para los dos) y unos camarones con gabardinita. El aperitivo consistió en un tortillón del Maypa y tacitas de caracoles. Luego todos los invitados acudieron a sus mesas, nombradas como los diferentes tipos de vino del marco, y pudieron disfrutar del típico lomo en salsa, la sopa de marisco etc, etc…
Durante la comida, se sucedieron los vítores y brindis en honor a los novios, quedando en el recuerdo de todos por su emotividad las palabras pronunciadas por doña Fermina de García, abuela de la novia, quien les deseó mucha felicidad duradera y les aconsejó que esperaran para tener niños pues “es muy bonito disfrutar de tu marío y que él disfrute de ti”.
Tras el brindís nupcial con sidra El Gaitero, y el corte de la tradicional tarta típica jerezana (http://es.wikipedia.org/wiki/Tarta_t%C3%ADpica_de_Jerez), se abrió el baile con una bulería interpretada por el hermano de Joselito que levantó a todos de sus asientos, menos a los impedidos, claro.
Y ya por fin, todos los tontos del gin tonic pudieron acercarse a la barra libre. Con el trasiego de vasos de tubo y teniendo en cuenta que el jerezano cuando bebe “de pescuezo” alcanza límites inhumanos, se sucedieron cómicas escenas e incluso algún conato de pelea o “bulla” entre los invitados.
Desde aquí, agradecemos sinceramente a los padres de la novia la invitación realizada a la revista Jerez Crack para poder dar testimonio del bonito enlace, y esperamos que haya sido de su agrado esta crónica social.
Sr. Martes.
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