Esta foto viralocal en la que un nazareno pasea bajo el
árbol de navidad puede volver a repetirse en Jerez si nadie lo remedia. Porque
la estampa ha entusiasmado tanto a la Junta de Hermandades que ha solicitado al
ayuntamiento procesionar también en la Cabalgata de Reyes mientras no hayan
otros traslados de imágenes titulares y centenarios que llevarse a la calle.
Aquí es que no hay jartura.
Y como para cabezudos ellos, que saben lo que es dar la vara,
este año podremos ver pasos perreando al compás de El Taxi y dándole marcha a
las bambalinas con la canción de Doraemon. No faltarán los típicos caramelos de
las cajas de ahorro (en este caso del Monte de Pasión), que se arrojarán al
cielo con ellos, colaborando en la formación de esa alfombra pringosa en la que
se convierte el suelo del centro jereciense a principios de enero. Y no sólo habrá caramelos, Judas
arrojará monedas de chocolate de los Hermanos Perea (algunas de Franco porque
no habían suficientes para todo el recorrido) y Pilatos repartirá pastillas de
jabón que sobraron del Hotel Capelle.
Esta iniciativa conlleva renovar el plantel de la cabalgata.
Los romanos sustituirán a los pajes y a algunos monigotes que los niños ya ni
conocían, como Epi, Blas o Heidi. Los personajes egipcios tienen más fácil su
puesta al día, bastará con teñirlos de negro o de morado y darles una horquilla
con la que podrán marcar el ritmo de la cancioncita de Las muñecas de Famosa.
No sabemos si los belenistas pedirán la revancha y acompañarán
con borregos (de los de lana) a los pasos en abril. Ya les contaremos.
