UN DESAYUNO INFORMATIVO CON LA ALCALDESA

El pasado viernes la alcaldesa de Jerez citó a distintos medios de comunicación locales para celebrar un desayuno informativo en La Perla. Allí, una vez limpiada una de las mesas del fondo de papelones grasientos y restos de churros nos acomodamos como pudimos y prestamos oídos a la alcaldesa que entró directamente en el tema: "A mí, de jovencita me gustaba escaquearme de la facul y venir al centro a desayunar churros; siempre me han gustado los churros; soy más de churros que de bollería, jajajajaja; de bollería nada, ni fina, jajajaja… Bueno, que se me suben los colores, a lo que íbamos, que ya no como demasiados churros porque todo se viene aquí abajo, al culo, y luego no hay manera de entrar en mis pantalones blancos, al que le voy a reventar las costuras si no me controlo, que ya me quedan como para ir a un tentadero."

Tras una parada en su exposición y pedir al camarero media tostada y un café con leche "cargadito", continuó diciendo: "Hay que cuidarse. Prefiero los bollitos a los molletes…jajajaja, de molletes nada, no me van nada, prefiero los… bueno en serio, es que tienen demasiada miga y es un enemigo en la retaguardia, ya me entienden. Pero tampoco me gusta el pan integral porque sabe a cartón y termina una engoñipándose por mucho café que una tome para echarla pabajo.

"Aquí está ya el camarero por fin. Bueno, lo primero que hago es quitarle algo de miga a la media tostada, no mucha, pero es que hay que cuidarse. A continuación la unto con manteca colorá o de zurrapa de lomo, que es algo muy de aquí, que se lleva dentro y que hay que poner en valor; aunque a veces se queda tan dentro que no hay forma de librarse de la manteca, y ya se queda en el culo para siempre. Y además, el café me gusta así, de este tono, como de gitano de la Plazuela, que es muy jerezano –continúa explicándose la alcaldesa con la boca llena de tostada mientras nos llena de perdigonazos a los más cercanos– . Ah, una última cosa, y aquí no perdono, pido siempre sacarina, para equilibrar el desayuno, que hay que cuidarse".

De dos sorbos se termina el café hirviendo. Llama al camarero con un gesto como si firmara un autógrafo en el aire y paga. Termina diciendo: "Y hasta aquí lo que puedo comentaros de mi desayuno, espero que haya quedado todo contestado porque en el Partido Popular presumimos de transparencia. En el sentido informativo claro, no me refiero a la moda íntima, jajajaja".

Sr. Lunes.