miércoles, 18 de marzo de 2015

CÓMO RECONOCER UNA PROCESIÓN



De los cientos de cartas que recibimos a diario, la mayoría son para consultarnos por unos asuntos que ni nos paramos a responder porque son de dominio público: ¿Por qué el meridiano cero no pasa por la calle Pizarro? ¿Cómo es que en nuestra ciudad no levantan un monumento a Nadia Comaneci? ¿En qué momento Jerez dejó de llamarse Benidorm?... Sin embargo, esta semana nos ha llamado la atención una postal que recibimos desde Nueva Orleans en la que un tal Barack Obama (nada que ver con el célebre jugador de baloncesto) nos pregunta cómo se puede distinguir una procesión de Semana Santa de otras expresiones populares. Y nos lo pregunta porque al parecer este hombre tiene pensado visitarnos pronto y no quiere meter la pata cantándole una saeta a un camión de mudanzas o a un puesto ambulante de altramuces como ese que va por ahí haciendo ondear una bandera del Atlético de Madrid.

Pues estás de suerte, querido Barack, porque hemos consultado a nuestro equipo de expertos y nos han comunicado que aunque a simple vista sea difícil distinguirlas, hay dos cosas que, fijándose bien, pueden ser de gran ayuda. Una es la banda de música. Si la presunta procesión va acompañada por un montón de gente vestida igual que si fueran domadores de circo, es probable que se trate de una de verdad. Pero la prueba definitiva está en la música que tocan. Para que sea una banda de Semana Santa auténtica, las cornetas deben emitir unas notas tan agudas que solo puedan percibirlas algunas razas de perros.

Lo malo es que también hay procesiones que no llevan banda. Ahí sí que no podemos poner la mano en el fuego. Lo único que te aseguramos es que si lleva ruedas y una bandera del Atlético de Madrid, casi seguro que no sea una procesión, sino el puesto ese de los altramuces al que nos referíamos un poco más arriba.

Sr. Miércoles.

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