martes, 17 de febrero de 2015

PILAR SÁNCHEZ SE ENFRENTA A UN JUICIO DEL BUEN GUSTO




Siguen los líos para la ex alcaldesa, en esta ocasión se enfrenta a un juicio por delitos continuados contra el buen gusto y la estética. Los autodenominados Jueces del Buen Vestir se han organizado para instruir esta causa por propia iniciativa y que Pilar no sólo pague por las desafortunadas combinaciones de colores y tejidos, sino que además sea consciente del daño que hace a la sociedad, pues las bases de su partido político la tienen como referencia.

Aunque en un primer momento pensamos que se trataba de una broma, un grupo de estilistas españoles, hartos de verla pasearse con el traje de chaqueta-pantalón de color del lagarto Guancho  y con el mismo peinado que cuando Felipe lucía chaqueta de pana, se han reunido para instaurar un código del buen vestir y poder juzgar a quien atente contra este. Lógicamente, la primera en pasar por el banquillo de los acusados es la ex edil jerezana, quien durante los años de su mandato parecía verse aconsejada por Carmen de Mairena.

Como estos delitos no son, de momento, susceptibles de ser penados con prisión, esta élite de la moda, tiene pensado otra serie de métodos para que expíe sus pecados y se reintegre en una sociedad con unos mínimos de estilo. En primer lugar está en obligarla a lucir un mono de color naranja, como en las prisiones de mujeres norteamericanas, de esta manera tan monocromática pretenden que aprenda a valorar los distintos colores y tonalidades. Para el pelo, la condena se trata de lucir un moño Amy Winehouse o unas rastas caribeñas, para que la acusada asimile la idea de que el cambio es positivo. Por último, los pecados contra el exceso o el defecto en el uso de maquillaje se castigarán, como ya estarán imaginando, con el uso de la escopeta de maquillar de Homer Simpson.

De esta manera conduccionista se evitarán nuevos atentados contra el buen gusto por parte de la acusada. Según nuestras fuentes, no está en el ánimo de los Jueces del Buen Vestir hacer leña del árbol caído ni se mueven por oscuros objetivos políticos, su único afán es educar y dar ejemplo, pues los cargos públicos no pueden exhibirse de cualquier manera.

Nosotros nos solidarizamos con Pilar Sánchez pues creemos en el derecho a lucir el aspecto que cada uno desee, y además, con tanto usar las palabras “educar” y “aprender” nos tememos que si que puede haber un tufillo cínico en todo este asunto.

Sr. Martes.

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