lunes, 15 de diciembre de 2014

EL FRENTE JOAQUINISTA Y LOS PCE REDS SE CITAN A ORILLAS DEL GUADALETE PARA DARSE DE HOSTIAS



Que lo de Izquierda Unida como siglas es un mal chiste es algo que a nadie se le escapa porque no cabe la menor duda de que andan más agarrados al cuello que unidos. Y ahora, a cuenta de las primarias abiertas celebradas el pasado mes de octubre se ha abierto definitivamente la caja de los instintos más primarios. Este bonito a la par que ingenioso juego de palabras tiene su explicación: Los militantes más radicales de las facciones que componen Izquierda Unida, el Frente Joaquinista del lado de Izquierda Abierta y los PCE Reds de parte del Partido comunista, decidieron citarse la pasada mañana del sábado a riberas del jerezano río Guadalete para zurrarse de lo lindo y no de forma dialéctica precisamente.

Rojos de ira, como no podía se de otra manera, y entonando cantos de republicano ardor guerrero los PCE Reds fletaron con dinero de procedencia oscura un autobús de la compañía Marceli & Juanito. Una vez desembarcados en la Venta de La Ina dejaron claras sus intenciones de dejarse la vida en la batalla quemando el autobús que los condujo hasta allí porque no entraba en sus planes el viaje de vuelta y porque había que calentar el ambiente desde el principio. Siguiendo esa inercia pirómana prendieron fuego también a un contenedor de envases y plásticos que encontraron por allí.

Por su parte, el Frente Joaquinista se decantó para el traslado por un autobús municipal que cubría la barriada de Los Albarizones en su recorrido. La mala suerte hizo que este autobús también terminase ardiendo, aunque esta vez debido al mal estado del vehículo, a la altura de Vallesequillo. Este accidente hizo que se enfriaran los ánimos de los ultras joaquinistas que prefirieron, teniendo en cuenta el solecito que lucía esa mañana, retirarse a la terraza del Bar Adeli y dar cuenta de varias cervezas.

Mientras, en la ribera del Guadalete los PCE Reds iban perdiendo la paciencia a medida que pasaban las horas y el Frente Joaquinista no se atisbaba por ningún lado, y como allí no había mucho más que destrozar porque nada se inició del proyecto de recuperación del Guadalete y nada quedó de ese maravilloso gran bulevar que iría a conectar a la ciudad con su río, decidieron vapulearse ellos mismos ya que habían ido hasta allí fuertemente armados. Volaron los martillos y las hoces por el cielo, se usaron tirachinas-populares-comunistas y alguno contraatacó con un ejemplar de El Capital en edición de plomillo.

El balance del disturbio da cuenta de la virulencia con el que se emplearon los PCE Reds: una treintena de ellos terminaron con las cabezas abiertas. Esto no significa que con esta terapia de choque consiguieran una mayor compresión ante cuestiones abstractas y de difícil discernimiento sino que sufrieron unos brechazos necesitados de más de veinte puntos de sutura.

Sr. Lunes.

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