Juan de Jerez, el inventor de la caja rítmica que toca el
hermano del Salmonete y la coja rumana del Gallo Azul, galardonados en una
ceremonia en la que el cuarto premio, dedicado al más saborío, guasa o ciezo de
los que trabajan en el centro, quedó desierto
Con motivo de la festividad de San Dionisio, Jerez Crack, la
revista ficticia del Jerez auténtico organiza sus primeros premios anuales
Ciudad de Jerez Crack, los cuales pretenden rendir homenaje a nuestros convecinos
más ilustres, destacados y peculiares a los ojos de nuestros ácratas y bolizas
redactores. En una gala celebrada en el Círculo Lebreros, que todo jerezano que
se precie debería haber pisado alguna vez en su vida, los representantes
políticos del gobierno local, otras autoridades y personalidades asistieron a
la entrega de premios.
Este año el jurado ha tenido que superar una dura criba
hasta encontrar a los dignos merecedores del Premio Ciudad de Jerez Crack. En
primer lugar, Juan de Jerez ha sido condecorado con el clásico casco fenicio
por su destacable papel como entrañable figura más pejiguera del paisaje urbano
del centro de la ciudad. Con su clásica parte de arriba del pijama y bien
afeitado pero con bigotito, Juan ha querido agradecer el premio entregando un
clavel al jurado a cambio del casco y de un buchito de cerveza. Sus emocionadas
palabras ante los asistentes se resumieron en un cantecito de agradecimiento
cuya conocida letra dice así: "barbero loco, barbero loco, ni tú te pelas
ni yo tampoco; como te va a pelar si no tienes pelos... (parte
inaudible)".
El siguiente en subir al entarimado a recoger el destacado
galardón ha sido el inventor de la caja rítmica que utiliza el hermano de
Salmonete cuando canta por los bares. En una caja de madera de una edición
especial del vino tinto peleón Cumbres de Steven Seagal, Baldomero Carrasco ha
sido premiado por su contribución al mundo del flamenco con una renovada
evolución tecnológica en el cajón flamenco que además sirve de acompañamiento portátil
para los cantaores, tal y como puede oírse a menudo en sitios tan céntricos
como los bares de la calle San Pablo.
La tercera galardona ha sido la rumana coja del Gallo Azul,
que en su triunfal regreso a Jerez se ha encontrado con un merecido homenaje de
sus convecinos por su labor de promoción de la accesibilidad de la ciudad y su
afamado instinto de superación. Además del casco fenicio, se le ha hecho digna
socia del club Puma Chapín, donde entrenará a partir de ahora, y se le ha
regalado una Yumas del 88 de Ravelo y unas calzonas de atleta de Serma Sports.
Por último, repleto de dudas para el jurado, el cuarto
galardón ha quedado desierto tras no haber quórum a la hora de decidir quién
debía merecerlo. Se trata del premio a ciezo, guasa o saborío que trabaja en el
centro de Jerez. En este caso, optaban al premio el del bigote que te hace el
DNI, el dependiente de la papelería Consistorio, el camarero que lleva el café
Central y el dueño del puesto de las garrapiñadas al lado del señor de la Puerta
Real. Finalmente, como decimos, este galardón quedo desierto al no existir
unanimidad. Y sin más, los invitados disfrutaron de un ágape servido por la
venta Michelín y brindaron con un Jerez Crack de honor.
Sr. Miércoles
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