El equipo de investigación de Jerez Crack ha
tenido acceso a información hasta ahora oculta del interrogatorio al que fue
sometido Miguel Arias Cañete en el Parlamento Europeo para ratificar su
elección como comisario de Energía y Cambio Climático, información que arroja
sin duda grandes novedades. De todos es sabido que Arias Cañete habla con
soltura cuatro o cinco idiomas, eso sí, sin cambiar su acento de Chamberí, así
que no tiene nada de extraño que respondiera en inglés a las preguntas que los
europarlamentarios le hicieron sobre los negocios de su ‘brother in law’
(vulgo, cuñaaaooo). En el momento de responder sobre esta cuestión en la señal
de televisión se aprecia una interferencia antes de reanudarse la emisión, una
interferencia que realmente corresponde a unos diez minutos de declaración
sobre los que no se tenía conocimiento hasta ahora. Al parecer, ante la
insistencia de varios europarlamentarios sobre sus negocios y los de su cuñado,
en un momento determinado Arias Cañete entró en una especie de trance, puso los
ojos en blanco y comenzó a soltar espuma por la boca mientras hablaba en varios
idiomas completamente desconocidos para los traductores –ni siquiera el
encargado del bar del Parlamento, convocado de urgencia al estar acostumbrado a
servir y cobrar en más de treinta idiomas, supo dar razón de lo que hablaba
Arias Cañete- lo que motivó que se produjeran momentos caóticos en el
hemiciclo.
Afortunadamente, entre el público invitado al
Parlamento se encontraba el catedrático de Lenguas Muertas de la Universidad de
Oxford, el inglés de origen griego Melas Piros, que había acudido a Bruselas a
ver el Atomium y comer mejillones en la Grand Place y que no se sabe muy bien
cómo acabó en el Parlamento Europeo, aunque de todos es sabido que los sabios
son tremendamente despistados, por lo que a todo el mundo le pareció normal que
estuviera por allí. El señor Piros dijo inmediatamente que Arias Cañete estaba
hablando en arameo, sánscrito y griego clásico, sin ningún género de dudas. En
ese momento, varios eurodiputados aprovecharon para preguntar a Arias, que
seguía en pleno ‘trip’ psicodélico, sobre distintas cuestiones relevantes
ocurridas en la época en que se hablaban dichos idiomas o incluso se
escribieron en los mismos. Los europarlamentarios preguntaros por Jesús, que
hablaba arameo; sobre el Kamasutra, escrito en sánscrito, y por la vida de
Alejandro Magno (no confundir con el cantante que luego se hizo famoso al
cambiar Magno por Sanz), preguntas todas ellas a las que Arias Cañete respondió
en dichos idiomas mientras traducía el señor Piros. Sobre Jesús, los único que
ha trascendido es que la Iglesia Católica ya se ha apropiado de todo el
material, por lo que habrá que esperar unos dos mil años para que se desclasifique;
respecto al Kamasutra, todo lo dicho fue muy flexible y, acerca de Alejandro
Magno, respondiendo a una pregunta concreta del eurodiputado escocés McGay
sobre si el emperador griego tenía tanta pluma como Colin Farrell en la
película, el señor Piros dijo que sí, que Arias mantenía que, tras crear
Alejandría, por ejemplo abrió un club que se llamó Ambi Ente, adelantándose así
muchos siglos a Mykonos.
Pasados diez minutos aproximadamente, Arias Cañete
recuperó la normalidad, pidió un vaso de agua en español –aunque él es más de
copa de fino acompañada de tapa de ensaladilla- y continuó respondiendo en
inglés, francés, español, italiano y alemán a las preguntas sobre sus negocios
y los de su cuñado.
Hoy, Miguel Arias Cañete, madrileño, residente
en Jerez desde el Pleistoceno, felizmente elegido comisario europeo de Energía
y Cambio Climático, amante de la buena vida, sonríe cuando le preguntan sobre
este tema al que prefiere, según sus propias palabras, no darle más importancia
que a un trozo de brecoli, sí, el césped que se pone al lado del solomillo
revenido de las bodas y que todo el mundo aparta a un lado excepto él, primero
por haber sido ministro de Agricultura; segundo, por comilón y, tercero, porque
como reza en el escudo de armas de su familia política, ‘Domecq
obliga’.
POSDATA: No se sabe nada del señor Melas
Piros. Ni siquiera en Oxford. Hay quien dice que lo ha visto por el centro de
Jerez, en la plaza Plateros tomando cervezas artesanas y haciendo cábalas sobre
qué idioma estaría hablado un grupo en el que reconoció el sonido ‘telefonoak’…
pero esa es otra historia.
Sr. Miércoles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario