lunes, 18 de abril de 2016

EL AYUNTAMIENTO DE JEREZ CREA LA DELEGACIÓN DEL TIEMPO PARA ARREGLAR ERRORES DEL PASADO


Ante la incapacidad manifiesta del nuevo ayuntamiento en encontrar soluciones a los eternos problemas que asfixian a nuestra ciudad, la alcaldesa, inspirada en una conocida serie televisiva, ha ordenado a Francisco Camas que abandone su querencia por su apellido y se ponga manos a la obra con la formación de la nueva Delegación del Tiempo, con el objetivo de atajar esos desaguisados viajando al pasado. Este a su vez le ha confiado la delicada misión a Álvaro de Urano, nieto lejano del actor Álvaro de Luna, más conocido por su papel de El Algarrobo.

Se ha utilizado para tal fin una puerta temporal ubicada en el Palacio del Tiempo de la calle Lealas. Parece que los genes algarróbicos dominan la conducta de Álvaro porque antes de encontrar la salida correcta, se ha perdido por las diversas puertas del Palacio del Vino, que comparte ubicación con el del Tiempo, y ha degustado los distintos caldos de la tierra. Como consecuencia de ello, Álvaro ha viajado al pasado jereciense en un estado de considerable embriaguez.

Ataviado con un chándal eléctrico,  Álvaro ha llegado entre arcadas y vómitos a un lugar próximo al estadio Chapín, sobre las 7 de la mañana de un lunes de primavera de 1990. Dando camballadas se ha unido a Pedro Pacheco, alcalde de Jerez en aquellos tiempos, y a su cortejo de pelotas atléticos que practicaban footing (ahora, running) a esas horas. A pesar de su lamentable estado, Álvaro ha conseguido granjearse la confianza de Pacheco hasta tal punto que lo ha nombrado asesor de Urbanismo a pesar de poseer tan sólo conocimientos básicos de tonelería. De esta manera fracasa la primera misión de Álvaro que era reducir la plantilla municipal y que ahora cuenta con un trabajador más.

El resto de los objetivos marcados han tenido unos resultados dispares. Así, ha podido convencer a Pacheco de que la estatua del Minotauro se entregue acabada de la cabeza a lo pies para que no parezca el Homenaje al Pollo Asado que es hoy. Aunque Álvaro no haya logrado que Pacheco abandone su fijación por la construcción del Circuito Permanente de Velocidad, se modifica su trazado, que deja de parecer un porrón para asemejarse a una botella de fino, más aburrido de conducir pero más jereciense y con menos curvas que dedicar. Continuando con la velocidad, se ha fusionado el malogrado proyecto del Speed Festival con Área Sur en el nuevo Speed Area, un centro comercial con horarios de apertura y cierre tan ajustados que los clientes deben de realizar sus compras en un tiempo récord. Los estresados comerciantes aspiran, al menos, a que sus contratos por centésimas se conviertan en contratos por horas. Finalmente, la popular calle de Rompechapines, derruida debido a la fallida construcción de La Ciudad del Flamenco, vive sus mejores tiempos y se ha extendido a ese Solar del Flamenco, convirtiéndose en un macrocentro del sexo denominado Rompeshoppines: un moderno edificio de muros caladitos como unas bragas de encaje que alberga todo el universo de la entrepierna. Un proyecto destinado a revitalizar tanto el centro de urbano de Jerez como el centro anatómico de sus ciudadanos.

Las gestiones de Álvaro han creado un caos espacio-temporal en el que Pedro Pacheco sigue siendo el único alcalde de la democracia jereciense. Poco se sabe de las que pudieron y no llegaron a ser alcaldesas de la ciudad: Pilar Sánchez vive retirada en Ceuta y no piensa subir del moro; los dedos de los pies de Mamen Sánchez sólo le interesan a su podólogo; Pelayo sigue imputada –hay actitudes que nunca cambiarán–, pero por la trama Púnica en vez de por la Gürtel, aunque a salvo gracias a sus aforamientos. Finalmente, no podemos aportar dato alguno de un tal Antonio Alimaña o por el estilo por el que alguien nos preguntó.

No hay comentarios:

Publicar un comentario