La “Operación Burberry” se saldó el pasado martes con la detención de 4 personas y un diseñador de moda, acusadas de introducir ilegalmente pijos en Jerez. La pista la proporcionó un policía nacional que frecuenta la Cervecería Avenida fuera de servicio, quien detectó en las últimas semanas una afluencia de pijos cuyas caras no le sonaban de nada. “Efectivamente, comencé a ver a grupos de pijos de rasgos extraños, vamos, que no eran de El Bosque, Monte Alto o la Plaza del Caballo. Me acerqué a uno de ellos, y me dijo que se llamaba Vasily Osborne. Otra, muy mona, se llamaba Svetlana Espinosa de los Monteros, acompañada de Borja Cayetano Balakov. Me enseñaron sus DNI, muy orgullosos, lo que me hizo sospechar que eran los típicos pijos búlgaros tiesos, que sólo habían podido pagar media falsificación. Tirando del hilo di con su cabecilla, Evgeni de Carrizosa Arizón, quien había formado un entramado para repoblar Jerez con pijos del este. Podemos decir que hoy Jerez es una ciudad más segura”
Pero no todo el mundo veía con malos ojos esta repoblación. El presidente del “Club 501”, Tonete Caballero Gordon la defendía con vehemencia: “Pero ¿qué tiene de malo que venga gente noble y bien vestida a nuestra ciudad?. Tenemos que hacer frente a los reggetoneros y los skaters, por Dios. Mañana mismo tenemos una reunión en La Tasca para abordar el tema y que no expulsen a Svetlana, Vasily y toda la pesca, que se han integrado muy bien. Tenían ya hasta una caseta propia en la feria, ‘Te enseño el búlgaro’, en el paseo central, y dan muy buena imagen a Jerez”
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