Que no cunda el pánico entre los niños, que no se vengan
tampoco arriba los republicanos anticostumbres; hemos usado este titular
mamporrero más que nada para llamar la atención, porque los que de verdad
acudieron al Hospital de Jerez y no para ingresar (lástima) fueron nuestros
políticos mendigando simpatías entre la población más débil ocultos bajo barbas
de pega de los Hermanos Perea y coronas del Burger King.
Fieles a esa manida costumbre de aparentar sensibilidad por
Navidad, los dirigentes políticos se dejaron caer por las distintas salas de la
residencia. Los más madrugadores fueron los socialistas, que nunca superarán su
simbolismo pedante y regalaron rosas entre los pacientes. No tuvieron otra idea
mejor que dirigirse a la UCI, con lo que provocaron numerosos episodios de
ansiedad aguda entre estos pacientes críticos que recibieron el presente como signo de muy mal
agüero.
Por su parte, los representantes del Partido Popular fueron más prácticos y encabezados
por la alcaldesa repartieron cajas de
Juegos Reunidos Gurtel, una selección de "pasatiempos populares" que seguro no defraudará a los enfermos que les tocó en suerte. ¿O quizás sí?… Durante la visita tuvieron que expulsar al concejal de
Fiestas que no dudó en devorar las bandejas de comida que a esa hora servían los asistentes. Hay que tener estómago (y lo tiene sin duda).
El nuevo líder de Izquierda Unida también coincidió con los populares en
el regalo; vestido con una túnica y capirote rojos estampados de hoces,
martillos y estrellas amarillas el ya conocido Brujo Rojo obsequió a los
niños hospitalizados con equipos completos de Magia Negra Borrás que incluía un muñeco de trapo
canijo, de rostro mustio y pelo blanco con el que iniciarse en la práctica del
budú. Tampoco quiso perderse este encuentro con los niños el anterior dirigente
Joaquín del Valle en calidad de representante de esta formación. Más espiritual
que los anteriores, quiso regalar risas entre los pequeños pacientes y se
disfrazó para tal fin de payaso. A pesar del maquillaje no pudo borrar su gesto
melancólico y sólo consiguió arrancar lágrimas y algún puchero entre los niños,
algo muy celebrado por Raúl Ruiz-Berdejo que se creció viendo los resultados de
este payaso triste.
Con todo, esto no fue lo más penoso de la jornada. Fue
lamentable que el representante del Foro Ciudadano no pudiera realizar su
visita al no permitírsele el acceso al centro porque nadie supo reconocerlo como líder del partido al que
hacían en la cárcel. Incluso hubo alguno que al oír su nombre le acusó de
maltrato animal por cortarle el rabo al perro de San Roque. Cosas del pueblo
profundo.
Sr. Lunes.
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