"Renovarse o morir", como sentencia la popular
frase. Hace unas semanas recogíamos en nuestra revista la noticia de que el
tapicero abandonaba definitivamente Jerez, pero como "las aguas siempre
vuelven a su cauce", Antonio, que es el nombre al que atiende el personaje,
ha vuelto a soplar su flauta en nuestra ciudad con una versión mejorada de su
negocio: "El Topicero a la puerta de su domicilio".
¿Y de qué va este nuevo negocio?: de soltarle a uno los
topicazos que vengan a cuento cuando no se tiene un interlocutor a mano al que
darle la brasa. Así que, si usted quiere puede bajarse su silla a la calle, no
para que se la adecenten sino para mantener una cómoda charla con este emprendedor
por un módico precio. El bueno de Antonio nunca discutirá otros puntos de vista
y estará de acuerdo con todo aquél que requiera de sus servicios, "porque
el cliente siempre tiene la razón", nos dice ahora al igual que ya nos
dijera El Corte Inglés.
¿Cómo le va este nuevo enfoque de su trabajo?, le preguntamos.
"Mucho mejor que aquello de la tapicería, que no había manera de ni forrar
una butaca ni de forrarse uno", nos responde. "Ahora mismo acabo de
cerrar una conversación de ascensor, que es de las tarifas más reducidas pero
que no te lleva más de unos cuantos pisos mantenerla. " Le preguntamos de
qué ha hablado: "Pues del tiempo básicamente, que es lo único que da
tiempo, valga la redundancia. He coincidido con el cliente en señalar que vaya tiempecito
que estamos teniendo. Él decía que el tiempo está "mu" loco porque es
consecuencia del cambio climático, a lo que le respondí que esta caló, que no
es normal, cambiará de un día para otro y vendrá el frío cuando menos nos lo
esperemos. Y así llegamos tan entretenidos al quinto".
"Bien resuelto Antonio", le animamos. ¿Y ha tenido
algún que otro negocio más por aquí que nos pueda comentar? "Sí –contesta–,
ayer a medianoche estuve en la Avenida de Álvaro Domecq. Un señor llamado
Beltrán me contrató para quejarse de cómo andaba España y de que los putos
rojos nos querían llevar de nuevo al desastre. Yo le di la razón diciendo que
ya no se respeta nada y que si se volviera el que tiene que volver otro gallo
cantaría. Quedó muy satisfecho con mi comentario y, después de jurar que no
podrán con España porque es grande y libre, acordamos una nueva visita para
dentro de dos días aunque algo más temprano para poder cantar el Cara al Sol en
condiciones".
"Este negocio es lo que tiene –continúa explicando Antonio–
que es muy variado y tan pronto estás en una cosa como estás en la contraria.
Fíjese que antes de esa última conversación estuve en Cerrofruto por la tarde con
otro cliente que gritaba que el pueblo no soportaba más la situación de
corrupción y que lo que había que hacer con los fachas es meterle una bala en
la cabeza, a lo que le respondí que siempre se rompe la rama por la parte más
débil y que estas cosas hay que cortarlas de raíz. Muerto el perro se acabó la
rabia, terminé diciendo para corresponder con el cliente".
Nos alegramos sinceramente de que Antonio haya sabido
reconducir su negocio aunque sea con este nuevo método de "arrimarse al
sol que más calienta" .
Sr. Lunes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario