Ocurrió el pasado martes en la Delegación de
Hacienda de la Plaza de las Marinas. Uno de nuestros reporteros se encontraba
allí, al no tener nada mejor que hacer, cuando de entre el murmullo generado
por los que allí aguardaban turno o hacían sus trámites sobresalió un “¡Qué
bastinazo, picha!”.
El silencio se hizo en toda la planta del
edificio y un círculo se abrió en torno a la persona que había osado pronunciar
aquella exclamación. Se trataba de un chico de unos 30 años que lo primero que
hizo fue hacer el gesto de “no” con la mano, como los porteros de fútbol cuando
le meten un gol tonto. “¡Soy de Jerez, soy de Jerez!”, se apresuró a decir, al
ver los rostros soliviantados del personal. Uno de los que hacían cola en la
ventanilla de “Usted pague y no pregunte” incluso se apresuró a ponerse un
traje anti-ébola que llevaba en el maletín. Al poco llegó en un coche patrulla
el psicopedagogo del Ayuntamiento, que no trabajaba desde 1983, y, en
consecuencia, había sido campeón mundial del Buscaminas en 1996,1998 y 1999. “Mire
usted, ayer estuve en Cádiz en unas jornadas de la Facultad de Navales y se me
habrá grabado la frase en el subconsciente y la he soltado sin darme cuenta al
ver que tenía a 38 personas por delante. ¡Soy de La Granja, y nunca antes había
dicho eso!”. El psicopedagogo, escoltado por el Grupo Vintage de la Policía
Local, sacó al joven del edificio mientras le entregaba un puñado de
pastillas. “Cómaselas”, se le oyó decir mientras bajaban la escalera en
dirección al Talbot Horizón de la Policía. “Fenicio de mierda!”, “No tenéis
aparcamientos!” o “La Caleta no lo peta!” fueron algunos de los improperios que
se llevó el joven.
Sr. Jueves.
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