Parece que el conocido cantante Fito del grupo Fitipaldis está
decidido a poner fin a esto de sacar el mismo disco de siempre aunque con
distinta cubierta, (que ya incluso ni nos importaría que la repitiese si total,
para qué nos vamos a engañar, van a sonar los mismos temas) y puede que el de
ayer sea el último concierto en el que lo podamos ver sobre el escenario.
Y esa decisión de terminar con sus refritos y Fitipaldis es firme
porque nada más acabar el concierto del sábado pasado, se dirigió a la
comisaría de policía del Arroyo para declararse culpable de autoplagio continuado.
Muy arrepentido por haber hastiado a su público durante tantos años con los
mismos solos de saxofón, con manidos riffs de guitarras y con las consabidas
paradojas de sus letras, entregó ayer su guitarra acústica en las dependencias
policiales y se puso a disposición de la autoridad competente.
Tras las formalidades propias de estos asuntos judiciales
declaró en exclusiva a nuestra revista: "No he querido ver lo que todos
miraban, ni oír lo que en silencio el público me gritaba, pero cada verso es un
reverso, un volver de nuevo a lo viejo, un… ¡Joder!, ¿ves?, ¡ya estoy otra vez
con estos putos contrasentidos, es que no me sale otra cosa, coño! Parece como
si compusiera canciones en adobo de tanto que se repiten. Y esto tiene que
terminar de una vez, acabar este camino que siempre vuelve a iniciar… ¡AAAGGHH,
PARADME!"
Parece que ser que el hombre ha tocado fondo, pero, ¿podrá superar
además la tensión de la vida carcelaria si finalmente se le condena en firme
por este delito contra su propiedad intelectual? El autoimitador se sincera con
nosotros: "Creo que pasar una temporada en la sombra será menos oscuro que
estar bajo la sombra de mi sombra, y allí, solo, rodeado de otros muchos
solitarios, y encerrado en un cuarto de la quinta galería pensaré durante un
segundo eterno que seré más libre ahora que atado a las cuerdas de mi guitarra, porque ya se me secó la boca de tanto beber de
la misma fuente que… ¡PERO QUÉ ASCAZO ME DOY, DE VERDAD. PUTA MIERDA!"
"…PERDÍ LO QUE NO TENÍA; LA OSCURIDAD ME DESLUMBRÓ; LA CORDURA
ES LA LOCURA; HABLAR SIN PALABRAS; REGAR CON LÁGRIMAS; NEGRO BLANCO; NIEVE
CARBÓN… ¡SOCORRO!" Dejamos a este pobre diablo desahogándose a gritos en
el cuartelillo mientras esperamos que su más que posible estancia en la cárcel
sea llevadera al tiempo que compadecemos al desgraciado preso de confianza al
que le caiga la jodida suerte de tener que aguantarlo los primeros días. Quizás
en esta ocasión el protocolo de suicidio tendría que aplicarse a la inversa.
Sr. Lunes.
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