La persistencia de Guardiola ha dado sus frutos y sus ruegos se convertirán en riegos en el último tramo de la feria. De esta forma, el albero lucirá un aspecto asentado y mojado que redundará en unas óptimas condiciones para la práctica de las sevillanas, según el técnico catalán.
La lluvia, tan molesta para algunos, nos traerá a un
Guardiola contento y satisfecho, muy distinto al del año pasado que paseaba por
el recinto ferial cabizbajo, con las manos en los bolsillos y que se agachaba de vez
en cuando para recoger alguna piedrecita del suelo o medir la profundidad de un bache.
“En terreno seco la circulación del tacón es lenta y tendríamos que reforzar la posición de los volantes. En cambio, el albero mojado
favorece la velocidad de movimientos y las transiciones en el baile, muy
necesario cuando se llega a la cuarta por la cantidad de giros y cambios de ritmo que conllevan",
ha comentado un Guardiola sonriente. Preguntado por sus críticas al albero seco
de otras ediciones y por su insistencia en que el suelo estuviese mojado, El Tío
Pep se ha desdicho de lo declarado hace un minuto asegurando que “no he dicho
en ningún momento nada de eso que me comentas, quizás es que no entiendes bien
el rumano, en el que hice mis declaraciones porque suponía que vendrían
representantes del pueblo gitano. Dije que si hay que bailar en suelo seco, se
baila y si en vez de sevillanas ponen sardanas, pues también; como si
tuviésemos que bailar sobre cemento, me da igual, a mí no me va a influir en
absoluto estas cuestiones porque yo siempre termino con más copas que nadie”. Y
zanjó la conversación con otra de sus críticas veladas, “sé que estando en El
Real tengo el ambiente en mi contra pero eso me pone más que el rebuxit. Mala tarda a tot.”
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