Hartas de sufrir la manipulación de la clase dirigente, las
bases de pizza Maruzella se han amotinado este mediodía en la sede de Madre de
Dios para exigir cambios en la carta con los que conseguir una mejor
visibilidad y una mayor implicación en las promociones y ofertas. Aprovecharon para
amplificar sus demandas la presencia de los representantes de Ganemos, que a
esa hora se estaban poniendo finos de hamburguesas imperialistas y que se adhirieron
inmediatamente a estas reivindicaciones mediante un escrito salpicado de
Ketchup y de vaguedades.
“Nos tratan como a una masa amorfa a las que pueden amoldar
a su gusto, pero con el tiempo se nos ha avinagrado el carácter y hemos
desarrollado un espíritu cítrico”, ha dicho la que parece ser la portavoz las
bases, una pizza calzone que los tiene muy bien puestos. Barajan una batería de
propuestas muy variada como la introducción de la“pizza con doble masa” o “la
pizza cuatro masas”, “el día de precios populistas” o que “las pizzas se
entreguen bocabajo como símbolo de la firme voluntad de revertir el actual
sistema opresor capitolino”.
“¡No vamos a seguir soportando que nos pasen el rodillo sin más
miramientos!”, “¡Usáis a la masa para hacer pasta!”, “¡Mascabrone!”, continuaron
gritando consignas. Al jaleo se unieron otras bases que a esa hora parecían
reposar y enfilaron en dirección a las cocinas para conseguir cacharros con los
que hacer una cacerolada solidaria.
Además, han hecho cundir la alarma entre la población
jereciense con preocupantes avisos como éste: “cada vez se distinguen menos las
porciones de las Cuatro Estaciones –dice la pizza calzone de antes–, parece
como si ya solo existieran dos grandes porciones, de verano y de invierno. El
día del no retorno está cerca si no se toman medidas con urgencia”.
Por su parte, la patronal les acusa de ida de olla, de querer
convertir la empresa en una “Maruzuela”, de radicales boliveganos y de polloflautas.