Más negros de lo que llegaron han terminado los agentes de calificación
de riesgo de Standard & Poor’s después de auditar las deuda del
Ayuntamiento de Jerez. Muy afectados por lo que han encontrado en las cuentas
del consistorio han declarado a este medio que “sabíamos que la deuda podría
estar por debajo del bono basura, quizás a la altura de la bazofia intragable o del detritus repugnante, pero no imaginábamos que tendríamos que calificar
tan bajo y usar tantos términos malsonantes. No habíamos hablado tan mal desde los días de recreo del insti.”
Ya ven, en vez de arcas municipales resulta que tenemos más
bien arcadas. Ante esa mierda de dictamen el delegado de Economía, Santiago Galván, ha decidido lavarse
las manos y culpar de la situación irrespirable que sufre la ciudad “a la
herencia recibida y a la azucarera de El Portal”, por este orden.
Al final del día, y como no había otra cosa mejor que hacer
por aquí, los representantes de S&P decidieron volverse a Madrid y tirar luego para Nueva York, donde
hasta en el metro hay un mejor ambiente. Y como son unos tipos corrientes y
pobres, en vez de subirse a La Parra a tomar un avión, decidieron viajar en
Secorbus, que es más lento pero también más asequible.
En la despedida, una representación del gobierno local, es decir, el gobierno local en pleno porque son tan pocos que no pueden reducir el número de asistentes, agasajó a los agentes de negro con la típica botellita de vinagre de la tierra de esa conocida bodega familiar como se llame, algo muy acorde con su carácter seco y avinagrado. Anda y que os vayan dando.
En la despedida, una representación del gobierno local, es decir, el gobierno local en pleno porque son tan pocos que no pueden reducir el número de asistentes, agasajó a los agentes de negro con la típica botellita de vinagre de la tierra de esa conocida bodega familiar como se llame, algo muy acorde con su carácter seco y avinagrado. Anda y que os vayan dando.
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