Si usted habitualmente pasea por la Plaza de la Yerba
tenga mucho cuidado estos días con lo que hace o dice cuando cruce por allí.
Mucha atención con criticar el aumento del gasto en las luces navideñas, con
mentar la Gurtel o usar una palabra que pudiera dar lugar a confusión, no se le
ocurra siquiera mirar de manera retadora a los dos policías que custodian la
puerta de la OIC, que sabemos que lo hace (somos muchos los que nos
envalentonamos en ese punto). Le recomendamos que por el contrario alabe la
gracia de los bombis (esos ciervos de bombillas) que pastan en rotondas y plazas
o que grite que la ciudad va sobre ruedas y no solo la Calle Larga con esos
adornos cyberciclistas (no diga esto último); de lo contrario le puede caer
encima una de las jaulas instaladas en aquella plaza y que tienen como misión
detener a cualquier disidente que pueda minar la moral de la ciudadanía en
estas fechas.
Esto es precisamente lo que le ocurrió el día de ayer a
JMRSPODGFEMUNRABR cuando discutiendo con un amigo tuvo la mala puntería de
comentar que "La Pelayo me la pela" justo cuando pasaba debajo de una
de estas jaulas. Inmediatamente la jaula cayó sobre él mientras su amigo, que
al final no lo era tanto, huía calle abajo en dirección Plateros.
Rápidamente la jaula junto con el prisionero fueron
trasladados por los dos agentes que custodian la puerta de la OIC (y que
miramos siempre de forma retadora) hacia los sótanos de las dependencias
municipales próximas a la plaza, donde tuvo lugar sin más dilaciones la terapia
de reeducación de JMRSPODGFEMUNRABR. Allí, maniatado a una silla con fuertes
correajes que impedían cualquier movimiento, estuvo JMRSPODGFEMUNRABR durante
horas soportando las florituras de una corneta de una banda de Semana Santa con
su consabido acompañamiento de tambores que interpretaban sin descanso el himno
del PP; bebiendo litros de fino sin posibilidad de respiro mientras se le
obligaba a tararear Los Campanilleros y Doce Cascabeles alternativamente; y viendo
gifs animados de Mariano Rajoy saltando en el balcón de Génova o de la alcaldesa
dando vivas a la Blanca Paloma. Para evitar la sequedad de los ojos se le aplicaron
al desdichado gotas de Vinagre de Jerez, que no tiene los mismos efectos del
colirio tradicional pero que hace patria chica.
La terapia ha resultado más que satisfactoria (excepto en
los ojos, que han quedado permanentemente enrojecidos) y ahora
JMRSPODGFEMUNRABR disfruta de una nueva vida trabajando como reinsertado en el
Diario de Jerez bajo otro nombre menos largo y más fácil de pronunciar. Si es
usted asiduo a esas páginas podrá descubrir bajo qué alias se oculta JMRSPODGFEMUNRABR
si atiende a los halagos desmesurados y escamoteos de información del que hace
gala. O quizás esto sea más difícil de lo que parece.
Sr. Lunes.
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