No han pasado más que unas horas desde que se conocieran los
resultados de estas elecciones municipales y ya hay gente preocupada por las
posibles consecuencias que puedan tener este previsible vuelco político hacia la
izquierda. Uno de ellos es Dietmar Rosenbaum, un septuagenario alemán jubilado
que se las prometía muy felices este verano disfrutando del complejo turístico
que Pelayo pensaba instalar en el parque González Hontoria.
"Para mí es una putada estos resultados electorales
porque ya había reservado la primera quincena de agosto en el Hotel Jerez Resort (que así piensa
llamarse ahora el conocido hotel de la Avenida) y ahora no sé si con el nuevo
panorama político me voy a quedar con las bermudas de estampados de caballitos
en el dique seco. Y no solo soy yo el que anda jodido, también muchos de mis
vecinos de mi Stuttgart natal que ya habían alquilado pisos en El Bosque y se
las prometían muy felices poniéndose tibios de Pepe Limón y haciendo
balconing."
Aún así, el animoso Dietmar (un nombre alemán que parece pensado para
estos destinos marinos) no da sus vacaciones por perdidas y apela a la unión y
al pacto de todas las fuerzas de la izquierda en torno a este proyecto playero.
"Me da igual si ahora piensan darle un enfoque bolivariano a la playa y montan
una playa Cayo CCOO.CCOO con todo ese rollo de puretas buscando carne fresca en los chiringuitos. Igual atrae a un nuevo turismo sexual que no se
contemplaba en la primera propuesta y se podrían recolocar las
señoritas que se quedaron en paro cuando cerró el Vagi 96. Puede que Ganemos
todos", termina diciendo Dietmar con ese chistecillo político tan malo.
Otro que anda más que preocupado por el futuro de la playa es
Raúl Ramírez, al que se le prometió estar al frente de la instalación "Faro
Ciudadano" y que tiene toda la pinta de quedarse tan fundido como se quedaron
ayer él y su partido político.
Sr. Lunes.
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