Pasados de revoluciones (obvio) han llegado de Fitur "Rayo
Pelayo" y "Speedy Saldaña"–que así es como quieren que ahora nos
dirijamos a ellos– con una batería de medidas que convertirán a Jerez en un
auténtico parque temático de la velocidad.
"JEREZ SIGNIFICARÁ VELOCIDAD SÍ O SÍ" y "VELOCIDAD
NO, LO SIGUIENTE". Con esas expresiones tan tontas que usa la gente muy
tonta ha iniciado la alcaldesa la presentación a los medios de esas medidas que
se impondrán rápidamente (como no podía ser menos). Éstas tendrán un efecto
inmediato en la ciudadanía que deberá espabilarse al pasear por las calles. Tendrán
que mostrar especial cuidado al atravesar los antiguos "pasos de cebra"
que pasan a ser ahora "de guepardo", donde los peatones se verán
obligados a esprintar de una acera a otra. De no ser así se arriesgan a
terminar atropellados, porque además queda prohibido circular en el centro
urbano por debajo de los 50 Km/h. Incluso las manifestaciones, de aprobarse por
supuesto, transcurrirán a partir de ahora al ritmo de las protestas de los
negros antiapartheid, esos que van corriendo sonrientes y canturreando sin que
les falte el fuelle en ningún momento, como si se tratara de un desfile
olímpico.
Nuestras fiestas también sufrirán esa aceleración. De esta
forma, se reducirá la Semana Santa a una sola procesión: "La Lanzada",
que desfilará cada día de la semana intentando batir el récord de recorrido. Los
penitentes y costaleros deberán estar a la altura del nombre de la cofradía y
recorrer las calles jerezanas zumbando. Se ha programado además un concurso
fotográfico al término de la Carrera Oficial que premiará la mejor "Foto
Finish". La instantánea ganadora será el cartel anunciador de la próxima
Semana Santa.
Otra fiesta que se va a revisar es la Feria del Caballo,
animal que no se considera lo suficientemente veloz y se sustituirá por la
Feria del Mostociclismo. Por descontado que el mosto arrumbará al fino en esta
nueva feria aunque quedan prohibidas las banderas rojas en las fachadas de las
casetas porque no quieren que el parque se convierta en el desfile del 9 de
mayo de la Plaza Roja de Moscú. "Sólo el rojo Ferrari tiene cabida en esta
ciudad, ya saben" ha comentado sobre este asunto Rayo Pelayo y añadió para
terminar: "los únicos caballitos que se verán por el albero serán los que
hagan los moteros, así que ya lo saben". Pues ya sabemos.
Este cambio en la "Marca Jerez" parece ser el principio
del fin para muchos monumentos dedicados al caballo. El único que puede que se
conserve en Jerez sea el de la Plaza del Arenal, aunque Primo de Rivera tendrá
que abandonar su trotar tranquilo para ponerse con el culo al cielo a galope
desbocado, al estilo de los jockeys que en esa misma plaza copiaban descaradamente
a los del Palio de Siena años atrás. Ya ha recibido el encargo de la
remodelación de la estatua (sin concurso y por la vía de urgencia, como debe
hacerse todo en esta nueva "capital del vértigo") uno de esos Domecq
que le da por modelar caballitos y toritos.
Quizás nos hayamos dejado alguna cuestión digna de
relatarse, pero ya saben, las prisas…
Sr. Lunes.
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